A veces me pregunto las causas de la crisis económica que actualmente estamos sufriendo. Pienso que no tenemos problemas en el suministro de petróleo; no hemos sufrido ninguna catástrofe natural de magnitudes descomunales; no han habido guerras continuas en los países más afectados. Parece que estamos ante una crisis de otro tipo, se habla de que es financiera, bancaria o de crédito.
Pero y si recordáramos el famosísimo cuento de "LA LECHERA", igual encontramos en la sabiduría popular, tan menospreciada en los últimos tiempos, las claves de todo lo que está pasando. El cuento de la lechera decía que una campesina que llevaba un cántaro lleno de lecha se iba al mercado a venderla y por el camino iba imaginando lo que iba a hacer con el dinero que sacase al vender la leche. En las sociedades modernas ocurre parecido, se hacen unas previsiones de crecimiento que justifican endeudamientos tanto de empresas privadas, de estados o de ciudadanos. Cuando estas expectativas se truncan vienen los disgustos. En febrero del 2008 cayó la bolsa, lunes negro, se dijo que había caído de forma similar a lo sucedido en el año 1929, es entonces cuando tropezó la lechera y se le cayó el cántaro. Pero todos esos pensamientos eran tan bonitos que no se podía reconocer que ya no se iban a ejecutar.
Casi 3 años y media después en España empiezan a realizar recortes. Bueno, esto quiere decir para mi entender que no somos capaces de pensar ya de una forma racional, o por lo menos los que mandan. Se han creado unos sistemas que nos han llevado a este tipo de pensamientos del tipo "LA LECHERA" y nuestros dirigentes no saben pensar de otra forma, esto provocará que esta crisis se convierta en breve en algo diferente, sencillamente en una DECADENCIA del sistema.
El sistema que yo lo denomino INTERVENCIONISMO LIBERAL ha entrado en decadencia y nuestra sociedad no está preparada para asumirlo, lo cual realimenta el proceso. En breve veremos revueltas, disturbios públicos y minihuelgas generales por parte de miembros del sector público que no recibirán el apoyo del resto de la ciudadanía. Por desgracia veremos más paro y dificultad del estado para hacer pago a las correspondientes prestaciones sociales. Después triunfarán posturas tipo: "maricón el último" o "que cada perro se lame su pijo".
La solución creo que estaría en desglobalizar tanto el mundo, pero bueno eso para otro día.
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